05 noviembre, 2022

Eventos dracónicos

Este fin de semana he tenido la oportunidad de mejorar un poco mi pokédex más realista: la go!pokédex. (¿Os parece un nombre atroz? Más atroz es la abominación de pokédex de Alola y desde que apareció todo el mundo la aplaude con las orejas. Todos tenemos nuestras opiniones.) Y la considero la más realista porque es literalmente un reflejo del tiempo que tengo realmente para dedicar a mis aventuras pokémon.

No ha sido una gran mejora, sólo rellenar un par de huecos que siempre he tenido. Pero en esta ocasión ha tenido una importancia añadida al permitirme completar la entrada de la familia evolutiva dracónica de la primera generación. Y es que, por fin, he conseguido tener un Dragonite. ¿Qué digo uno? DOS DRAGONITES.

Y además he tenido la oportunidad de fichar a dos Dratini variocolor. No son unas máquinas de combatir, pero son muy entrañables y una gran compañía.

Si Leo me viera, seguro que estaría orgulloso. O no, porque Leo es Leo, y a lo mejor se lo tomaría como un insulto, o una capitulación a mi dedicación prácticamente exclusiva a los pokémon de agua.

De cualquier manera, estoy preparado para lo que sea que el colíder del Team Destructo tenga que decirme, si es que tiene a bueno hacerlo.

Obviamente, yo sigo siendo yo, así que no es que estén mis dragonites preparados para el combate. Bueno, mentiré si digo que el mayor de ellos no me ha echado una mano defendiendo los gimnasios del equipo Mystic de la zona, pero no voy a negar que aún tenemos mucho entreno por delante, tanto ellos como yo.

Pero que no se diga que no he aprovechado la oportunidad. La pintarán calva, pero yo le he sacado más brillo que Xaos en el combate contra Krilín en el Torneo de las Artes Marciales donde se enfrentaron por primera vez.

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